Pilar Redondo y la Fuente de las Pilas

En Villargordo se encuentra el Pilar Redondo y la Fuente de las Pilas, ambos situados a escasos metros de distancia en el Camino Circunvalación. Centrándonos en la Fuente de las Pilas, esta es una fuente construida en el primer tercio del siglo XX y financiada por suscripción popular cuya finalidad era servir de lavadero público a la localidad.

El agua potable no llegaría a Villargordo hasta la década de los setenta, de aquí la importancia que se le dio a las Pilas.

La edificación sencilla y moderna se podría dividir en tres zonas. La primera, que es la única que se conserva, consta de una fachada de hormigón y ladrillo macizo cocido de la que manan tres caños que desembocan en el pilar de este. El agua caía a un aljibe de hormigón al que las mujeres llamaban Pilón, situado en el centro de la segunda zona que se encuentra a dos metros bajo el nivel de la calle. A cada lado del pilón se situaban ocho pilas de piedra para lavar la ropa. Esta zona es de planta rectangular con tejado a una sola agua y ventanas al lado Este.

La tercera zona, al mismo nivel que la segunda pero descubierta, servía para recoger las aguas y canalizarlas hacia el arroyo.

El día 18 de septiembre de 1922 se podría considerar una fecha importante para los villargordeños. En dicha fecha una comisión de la que forman parte, D. Ángel Méndez, D. Maximiano Aranda, D. Antonio Martínez y D. Serafín de Torres, en representación del sindicato, Iglesia y pueblo, proponen la construcción de un lavadero público, por suscripción popular.

Aunque no queda constancia del inicio ni terminación de la obra, la construcción tuvo que ser inmediata puesto que sí consta en el archivo municipal un acuerdo para el arreglo del piso del lavadero público por un importe de 339 pesetas.

Antes de la construcción del lavadero la gente lavaba en los arroyos y charcas que se formaban alrededor del pueblo, o acarreando el agua de la fuente redonda -el pilar redondo- con cantaros de barro y cubos de chapa. Dicha tarea era más penosa que llevar la ropa al arroyo e incluso al Río Guadalquivir que se encuentra aproximadamente a dos kilómetros del pueblo.